La inmortalidad del cangrejo: Conversación con Marta Pérez García y Juan Carlos Quintero Herencia
El cangrejo de viento,
el huracán
no es poderoso
el huracán es el cuerpo desorbitado,
cangrejo de aire,
cangrejo terminal
desplegado en su ruta,
ocaso de los paisajes.
Juan Carlos Quintero Herencia,
“Fracaso del ojo” de El cuerpo del milagro
(Bokeh, 2016)
MARTA Pérez-García es originaria de Arecibo, Puerto Rico. Se especializó en grabado en la Tyler School of Arts en Temple University donde obtuvo su maestría en arte. Marta es reconocida en Puerto Rico por sus coloridos grabados en madera y ha ganado numerosos premios, entre ellos el Gran Premio de la XIII Bienal de Grabado Latinoamericano y del Caribe de San Juan en el 2001, donde se exhibe su obra con frecuencia en museos y otras instituciones. JUAN CARLOS Quintero-Herencia es profesor de Literatura Latinoamericana y del Caribe en la Universidad de Maryland. Sus publicaciones más recientes incluyen La máquina de la salsa: Tránsitos del sabor (2005, 2021), y La hoja de mar (:) Efecto archipiélago I (2016). Como poeta es el autor de El hilo para el marisco/Cuaderno de los envíos (2002) ganador del premio de poesía Pen Club en Puerto Rico, La caja negra (1996), Libro del sigiloso (2012) y El cuerpo del milagro (2016).Esta conversación fue moderada por PATRICIA Ortega-Miranda, estudiante de doctorado en Historia del Arte en la Universidad de Maryland y curadora en residencia en Now Be Here. Para ver la conversación grabada en YouTube, haga clic: AQUÍ
PATRICIA El motivo de esta conversación es una pieza que reúne muchos de los elementos característicos de la obra de Marta Pérez García y que lleva como título La inmortalidad del cangrejo. Primeramente, alude al tema de la violencia contra las mujeres, el cual Marta aborda de una manera muy singular, a través de una mezcla de elementos visuales llena de detalles y sutilezas. También aborda temas como la relación entre la vida y la muerte, la sexualidad y el cuerpo como campo de batalla, la religión, la naturaleza y los mitos. En esta obra está presente algo que conecta sus grabados e instalaciones, y es el arreglo o ensamblaje de paneles, composiciones que incorporan elementos arquitectónicos o incluso esculturales. Podríamos considerar esta obra un mural en tanto que piensa el espacio en su especificidad y a través del movimiento. Aparece aquí una de sus clásicas figuras antropomórficas de las cuales se desprende un imaginario de animales que encuentra referentes en varias mitologías. Ya que estos elementos iconográficos y simbólicos son propios de la literatura, la historia y la cultura popular invitamos al profesor Juan Carlos Quintero para detenernos sobre la figura del cangrejo, ya que el explora gran parte del bestiario caribeño a través de su obra crítica y su poesía.
Génesis y Grabado
PATRICIA Antes de entrar en materia de crustáceos quisiéramos que Marta nos contara cómo surge esta obra y qué lugar ocupa dentro su trayectoria artística.
MARTA Pensar en esta obra me hace recordar por qué la hice y me hace recuperar historias. La hice en el 2014 para un festival de arte en Puerto Rico que se llama La Campechada, y que iba a estar dedicado a celebrar la obra de doña Myrna Báez, la primera mujer artista a quien le hacen este homenaje en vida. En el 2013 muere mi querida hermana Marvette, y desde ese momento yo no había vuelto a trabajar en mi obra. Me llaman para participar en el festival y hacer una obra que hablara de doña Myrna, o que se inspirara en una de sus obras. Hay una en particular que a mi me encanta y que se llama Los plátanos rojos. Es maravillosa en cuanto a color y diseño, tiene una maravillosa bruma. Hace poco hablaba con Juan Carlos sobre esta obra y le decía que de ella emanaba un gran silencio, una soledad increíble. Doña Myrna hacía unos paisajes muy hermosos de Puerto Rico. Una de las cosas que aprendí de ella es saber de donde vengo y pelear por lo que soy. Y cuando vi esta bruma y las montañas en el horizonte lo que vi fue un cuerpo femenino muerto. De ahí me inspiré para esta obra. Yo estaba en un luto, afectada por la muerte de mi hermana y sintiendo mucha soledad, entonces decidí usar la iconografía que yo trabajo en mi obra, pero inspirada por la imagen en Los plátanos rojos. Es interesante porque doña Myrna decía que mis obras parecen novelas mexicanas, que se pueden hacer muchas de una sola. De ahí salió la idea de fragmentar la imagen en paneles, y recrear esa idea de que en una imagen hay varias historias. Yo me sentía también quebrantada, rota por dentro. Y en esta obra intentaba reflejar eso, como un eco de la situación en Puerto Rico, del propio legado de la colonia también, todas esas fracturas.
“Es interesante porque doña Myrna decía que mis obras parecen novelas mexicanas, que se pueden hacer muchas obras de una sola.”
PATRICIA Marta, esta obra de Doña Myrna… ¿en que año fue creada?
MARTA Ella la pintó en el 1991, es una obra al óleo. Doña Myrna hacía muchos paisajes y retratos. Pero para mi esta obra es un paisaje y un retrato a la vez. Ahora que lo pienso, nunca hablé esto con doña Myrna. Me hubiera gustado decirle lo que yo veía, o preguntarle si ciertamente eso era un cuerpo que yace. Pero nunca le pregunté.
PATRICIA Esta obra entonces estuvo en exhibición en Puerto Rico en aquel momento.
MARTA Sí, en la Campechada en el 2014. Esta obra mía surge en un momento donde se cruzan tanto mi experiencia como estudiante de doña Myrna, mi admiración por ella, y el momento por el que atravesaba personalmente. La presencia de dos mujeres que habían sido tan importantes en mi vida, y con tanta fuerza, y que de momento perdí a una, y en cierta manera la otra estaba desapareciendo poco a poco.
PATRICIA Gracias por compartirnos experiencias tan personales que nos ayudan a entender mejor tu trabajo como artista. Es importante señalar que te inspiraste en un óleo sobre lienzo para crear un grabado, y que estas son dos técnicas diferentes. Pienso que tienes un dominio increíble del grabado, especialmente este que es en madera y que se conoce como grabado de plancha perdida. Yo se que Puerto Rico tiene una gran tradición del grabado. La Bienal del Grabado es una de las más importantes en América Latina, pero me decías que tú lo habías aprendido acá en Estados Unidos.
MARTA Pues mira yo si conocía la importancia del grabado en Puerto Rico desde la universidad. Pero yo siempre digo que yo soy de Arecibo, soy un poco jibarita, y la verdad es que no iba mucho a San Juan. Entonces tampoco es que conocía tanto, pero yo sabía que tenía que hacer arte, que tenía algo que decir. Pero no era muy buena escribiendo, entonces buscaba un medio para sacar lo que yo pensaba y sobre lo que quería reflexionar. Me fui a hacer la maestría y conocí a un muchacho que hacía grabado en madera. Él lo hacía diferente. Él pintaba en el papel primero y después tallaba la madera. A mi me encantó, porque yo hacía litografía e intaglio, pero la madera en sí, la matriz, lo que significaba usar estas gubias, romper y sacar, eso me fascinaba. Entonces, él me dijo mira Marta yo no te puedo enseñar, mejor cómprate una madera, agarra unas gubias, le dibujas una imagen y te pones a cortar. Y eso hice. Pero yo nunca fui de hacer bocetos exactos, porque soy muy hiperactiva y me parece que si hago algo muy exacto y me pongo a pensar en todos los colores nunca lo voy a terminar. Entonces agarré unos marcadores para tener una idea de donde iban las líneas y así empecé a cortar. Me encantó primero porque es súper físico. Trabajar con grabados en madera tiene una violencia en ella. Usas gubias y cuchillas, y comienzas a remover y a destruir. Especialmente con la plancha perdida, destruyes para poder crear algo de esta destrucción. También pasaba que yo soy muy del color, uso colores planos, pero me gusta combinar, y de ahí sacaba diferentes tonalidades. Todo esto pasaba de manera muy espontánea, yo empezaba y no sabía donde iba a terminar. Esto me gustaba porque en la medida en la que imprimía un color, un rojo, y después le metía un azul, cada vez surgía una imagen diferente. Trabajaba con los errores, y era una conversación con esta matriz. Una conversación entre la madera, el papel y yo. Esa agresividad, esa violencia, y ese crear algo de estos tres pensamientos me pareció maravilloso y me quedé ahí. El grabado en madera y la plancha perdida me ayudan. Pasan cosas en el momento y cada una es única. Yo no hago ediciones. No me interesan las ediciones. Para mi cada una es única. El proceso es tan largo que no me gusta alargarlo. Cuando termino con uno quiero seguir a uno nuevo y ver lo que aparece cada día.
“Especialmente con la plancha perdida destruyes para poder crear algo de esta destrucción.”
JUAN CARLOS Yo quisiera aprovechar para entrar en la conversación, porque he sido por mucho tiempo uno de los mas cercanos interlocutores de Marta. De hecho, estamos vinculados a través de nuestras familias, somos primos segundos o terceros, y fui amigo de su hermana Marvette. He seguido muy de cerca su obra y he escrito sobre ella, con la intención de contrarrestar o interrumpir lecturas que la relacionan con el realismo mágico, el barroco y esos lugares comunes. Me relaciono con la obra de Marta como un espectador, no como experto de nada, sino como alguien que mira y se relaciona con las imágenes que ella pone ahí. Ella hablaba de la obra de doña Myrna del 91, y es bueno decir que doña Myrna es la paisajista mas importante del siglo veinte de Puerto Rico. Hablábamos de esa obra Los plátanos rojos y de su mirada, de como antropomorfizaba algo. Yo sigo viendo silencio, pero mucha intensidad también. Son unos plátanos infrarrojos. Es un horizonte en latencia. Tiene ese carácter brumoso, opaco. Nunca se notan bien los perfiles o las personas cuando aparecen en los paisajes de Myrna Báez. Pero quería, a modo de introducir mis comentarios sobre esta obra, reflexionar sobre la anécdota que cuenta Martita—y pienso que ella debería recoger las sugerencias o comentarios de Myrna sobre su obra—. Pero esta me gusta mucho, de que en una pieza suya hay muchas. Es una observación sobre la capacidad de Martita de saturar el espacio. A mi me parece Marta una artista de la intensidad y la saturación, y no lo digo con ningún carácter peyorativo. En ese sentido me parece importante que ella subraye ese momento de la mirada sobre Los plátanos rojos a través de su propia obra que está atravesada por un proceso de duelo, de dolor. Eso pone un poco la escena y el contexto para desde ahí pensar en el tema, en la inmortalidad del cangrejo.
PATRICIA Gracias Juan Carlos por resumir y sintetizar de manera tan bonita las experiencias que marcan esta obra tanto como interlocutor de Marta como espectador de su obra. En relación con la intensidad yo también pensaba en como eso se manifiesta en su uso particular del color, en el hecho de que no produce series, y en este proceso de trabajo físico que tiene una conexión con otras artistas mujeres, como Zilia Sánchez, por ejemplo, que insisten en el trabajo manual, no solo con las manos sino con el cuerpo, y que han resistido los procesos industriales. En este sentido creo que Marta es un poco escultora.
MARTA Es interesante porque yo nunca me vi así y hablando contigo, que tú ves esta obra que tiene una relación quizás con el mural, veo como eso se va apareciendo en otras obras. Actualmente estoy empezando un proyecto que será un mural y estoy asustada. Pero entiendo lo que dices porque ahora que estoy por primera vez haciendo papel, lo que sale de ese proceso son esculturas. Estoy muy emocionada, porque es como si mis personajes salieran del papel y tomaran vida propia.
Mitología y Duelo
PATRICIA Podríamos aprovechar ahora para volver sobre las temáticas de esta obra. Juan Carlos señalaba el duelo y el dolor que se desprenden de la propia experiencia por la que atravesaba Marta, pero… ¿De dónde viene este gran imaginario que existe al rededor de la figura del cangrejo y la inmortalidad?
JUAN CARLOS Pues para responder esto podríamos empezar por preguntarle a Marta… ¿Cómo llegas al título? ¿No por qué? ¿Sino cómo llegas y te decides por ese título?
MARTA Vamos a ver si lo puedo explicar… Esta obra es un duelo para mi porque estaba pensando en la muerte de mi hermana y eso era sumamente fuerte. Estuve un año que te sientes perdida, una soledad tremenda, a pesar de que tengas muchos amigos y familiares muy queridos alrededor, estás en una búsqueda de encontrar un por qué. Me llaman para crear esta obra que yo sabía que representaría un duelo. La salud de Doña Myrna estaba comenzando a deteriorarse en ese tiempo y yo sentía como se iba desvaneciendo poco a poco. Lo escuchaba en su voz y en nuestras conversaciones. Ella no era solo mi mentora, también era como mi segunda madre. Mientras buscaba un título yo pensaba en como la muerte muchas veces se resiste a llevarte. Hay momentos que son muy difíciles y uno piensa en la muerte y casi se pierde el sentido de por qué estamos en este universo. Ese momento de luto trajo de vuelta memorias de mis visitas a la casa de mis abuelos cuando yo era niña. Lo maravilloso de estar allí era el silencio. A menudo paseábamos en silencio. Esto era en contraste a la casa de mis padres siempre llena con todos mis hermanos. Recuerdo en esos paseos ver muchos cangrejos por la playa de Arecibo. De ahí es que proviene la imagen del cangrejo.
JUAN CARLOS ¿Le decías cangrejo Marta?
MARTA Siempre le he dicho cangrejo, no jueyes. Y yo me acuerdo de estos cangrejos corriendo por la calle y empezábamos a perseguirlos. Y si miras la parte de abajo de la obra, cerca de todas estas hojas de guineo, ves estos caparazones agrupados, como un cementerio de cangrejos. Están pasando todas estas cosas en el 2013, la muerte de mi hermana, y estoy en ese momento escribiendo la propuesta para el proyecto sobre violencia de género. Era algo que estábamos trabajando juntas porque ella iba a ser parte de ese proyecto. Pasan muchas cosas entre el 2013 y el 2014. Estoy entrando en todo este universo de lo que es la violencia de género. Es por eso que en el centro de la obra hay un cuerpo con pistola. Es como una pistola que me está matando, o que estoy agarrando, o que está sostenida en el aire. Yo siempre pensé en la inmortalidad como esta muerte que resiste llevarte. Estás ahí en ese punto, pero no puedes ir más allá.
JUAN CARLOS ¿Pero por qué la frase?
MARTA La inmortalidad tiene que ver con el miedo de la gente a morir. Habla de la inmortalidad porque yo estoy tan vacía, tan solitaria en este momento y por eso hablo de la muerte que resiste llevarte. Yo recuerdo este cuento de la mitología griega que el cangrejo está hablando con un dios y dice que él nunca puede morir porque camina de lado y puede esquivarse, y nunca se pone viejo. Será también porque mi signo zodiacal es cáncer. Son todo cosas que tienen que ver conmigo, con lo que me pasa y con quién soy.
PATRICIA Alguien comenta que tiene que ver con una frase.
JUAN CARLOS Sí, decir “estoy pensando en la inmortalidad del cangrejo” es pensar en cualquier cosa, suspendido en tu propio pensamiento, divagando, “en pajaritos preñaos” se dice también, en cosas que no tienen mucha importancia.
MARTA También habla de una persona distraída, que no está en el momento. Y así era también como yo me sentía. En medio de este duelo, donde yo estoy y no estoy.
JUAN CARLOS Bueno, la frase surge de esa conversación que Zeus tiene con el cangrejo y le dice que él puede vencer a la muerte porque puede vencer el tiempo. El tiempo avanzaba linealmente, y el cangrejo no es que simplemente retroceda, es que se mueve en zigzag o en cualquier dirección. Ese es uno de los orígenes mitológicos, pero hay otros. Hay una famosa batalla de Heracles, un hijo ilegítimo de Zeus. A Zeus le gustaban las mujeres no las diosas, las mortales no las inmortales. Heracles en una de sus batallas tiene que enfrentarse a la Hidra, monstruo de muchas cabezas. Hera, que es la esposa de Zeus y que obviamente odia y siente un celo poderoso por Heracles, convoca a Carcinos, un cangrejo gigante que vive en las orillas de la laguna de Lerna. Y ese cangrejo emerge y paraliza a Heracles, lo pilla con las palancas y Heracles lo aplasta. En ese momento Hera lo eleva al cielo y le concede la constelación. Pero yo creo que lo de la inmortalidad del cangrejo—al menos desde mi fascinación por el cangrejo, yo siempre que veo una imagen del cangrejo me quedo absorto—es también un relato personal, un relato íntimo siempre.
JUAN CARLOS El descubrimiento del cangrejo es siempre el descubrimiento del mundo costero, del mundo del litoral, y es también un manjar. Una de las primeras cosas que hizo mi padre cuando nos mudamos a una urbanización de clase media en Puerto Rico fue hacer una jueyera, porque mi madre tiene adoración con los jueyes, capturarlos, alimentarlos. Todo eso es parte del proceso, y recuerdo muchos paseos en soledad por el mangle de Luquillo. Son escenas para mi muy formativas, muy importantes, cuando los niños caminaban solos por los mangles. Y recuerdo la aparición del juey, y siempre que los veo me parece que estoy en otro tiempo. Esta es una criatura que definitivamente viene de otro tiempo y otro espacio. También hay otras historias que vienen de la mitología afrocaribeña, yoruba. Hay varios patakíes, que son relatos poéticos que maneja el babalao, quien es como el sacerdote de la adivinación. Hay uno que me gusta mucho y es que Olofin u Obatalá, va a crear las cabezas de los seres humanos. El cangrejo se lanza a informarlo por todo el mundo y cuando llega a que le den la suya ya es muy tarde, ya las han repartido todas, parece que es como un castigo. Y la otra que es muy interesante es que Orula, el dios de la adivinación que siempre está batallando y en revoluses, se esconde en el mar, y el pulpo tira la tinta para protegerlo y cuando sale del mar no encuentra su tablero, que es con el cual adivina. De una cueva sale el cangrejo y se lo entrega, y Orula promete que sus hijos nunca comerán pulpo ni cangrejo.
“El descubrimiento del cangrejo es siempre el descubrimiento del mundo costero, del mundo del litoral, y es también un manjar.”
MARTA Pero tú has usado mucho el cangrejo en tu poesía Juan Carlos, ¿no es cierto?
JUAN CARLOS Sí, y lo sigo usando. Es como un hechizo.
PATRICIA Y el cangrejo aparece también en los diarios de Colón. Esto lo sé por Juan Carlos que me dio a leer esos pasajes donde el almirante relata lo que ve, o lo que imagina, cuando aún no ha dado con tierra firme.
JUAN CARLOS Esa es la primera aparición del cangrejo en el archivo de las Américas. En su diario aparece ese pasaje. Están en medio de la desesperación porque no llegan, y Colón va mintiendo todo el trayecto porque se da cuenta que ha recorrido más millas náuticas de las que se suponía. Pues se pone a mirar al mar, pero nuevamente es también el inicio de esa mirada sobre el mar en la cual el sujeto no está mirando al mar sino buscando la tierra. Está mirando al mar para ver si hay pedazos de madera (troncos, ramas, hierba) que indique que la costa está cerca. Encuentra un pedazo de madera y sobre ella hay un cangrejo, el cual seguramente se deben haber comido porque pasaban un hambre espantosa.
PATRICIA También veo referencias en esta obra de Marta al lugar de origen y a la fecundación. Si nos fijamos en el lado inferior a la izquierda hay como un huevo, o una cavidad circular, y de ahí sale una desbandada de pequeños cangrejos. Esto me hace pensar en el significado de cáncer en la astrología, que reina la casa cuatro, la de la familia, el hogar y la madre.
JUAN CARLOS Sí, el cangrejo es una criatura lunar.
MARTA Además es una criatura que lucha. Siempre anda solo y es chiquito, pero él le tira. El da la pelea.
JUAN CARLOS A veces no son tan chiquitos.
MARTA En proporción con los humanos que son los que los atacan mayormente digo.
JUAN CARLOS También ha sido objeto de algunos poemas. El poeta mexicano que fue miembro de nuestro departamento, José Emilio Pacheco, tiene unos poemas extraordinarios sobre el cangrejo. Pero a diferencia del cangrejo del cuadro que aparece como una manada, los cangrejos no hacen esto excepto cuando van a aparear, o cuando van a copular. Tarde en la primavera las hembras salen a buscar pareja, y emiten feromonas, y eso hace que salgan los machos. Es así como ocurren estas migraciones, que son multitudinarias. Yo recuerdo en Vega Baja ver callecitas detrás de los cañaverales cubiertas.
MARTA Pero esto ya no se ve tanto como antes.
JUAN CARLOS Ahora están protegidos, pero estuvieron a punto de desaparecer. Han hecho una suerte de come back. En Puerto Rico los protegen. Hay veda. Pero eso que ves como un cementerio, en tu obra digo, es también cuando mudan el casco y es un ritual muy interesante. Las cuevas de los cangrejos pueden llegar a tener seis pies y cuando el juey va a mudar hace como una cámara que tiene agua. Ellos se sientan ahí y botan el caparazón. Es una criatura que está entre dos mundos, entre lo acuático y lo terrenal. No son diurnos ni de manadas. No son domesticables. Nunca los verás en un circo.
PATRICIA Tienen también esa característica de que son duros por fuera pero muy suaves por dentro.
JUAN CARLOS Claro es que el esqueleto lo tienen por fuera.
PATRICIA Esta es una interesante observación, porque veo en la obra de Marta muchas referencias a los huesos, más bien el esqueleto-cuerpo. En tus obras los huesos son casi siempre el cuerpo mismo. Si mal no recuerdo había dientes en la instalación que resultó del trabajo que hiciste sobre el tema de la violencia de género. Cuéntanos sobre esta obra.
Cuerpo y Resistencia
MARTA Claro, esa instalación surge porque yo me doy cuenta que el tema de la violencia de género ha sido central en mi trabajo y esto ha afectado a tantas comunidades que quería darle una voz a esa comunidad de mujeres que han vivido esa violencia. Estaba escuchando historias que impactaban mi trabajo y me preguntaba si podía hacer una instalación o algo que me permitiera conectarme con estas mujeres y sus experiencias por medio de talleres. Quería ver cómo era posible darles un espacio a estas mujeres para verbalizar sus historias. Así es que surge Si te cojo: cuerpo, mujer, rotura. Se instaló aquí en DC pero también en Puerto Rico. Yo la escribí para hacerla en Puerto Rico. Me gano una beca para arte público en ese tiempo y logro hacer la instalación en DC primero para luego llevarla a Puerto Rico, con el gran apoyo del Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico y su maravillosa directora Marianne Ramírez Aponte. Yo trabajé con alrededor de doscientas veinte mujeres. Decidí enfocarme en el símbolo de lo que nos mantiene unidos, lo que nos ayuda a estar derechos y de pie, y utilicé la columna vertebral específicamente. Quería explorar lo que tenían en común, que era lo que las conectaba. Les pregunté qué significaba para ellas la columna vertebral. Y ellas todas se paraban firmes, y decían “es la fuerza” Y eso es lo que nos mantiene unidas. Los huesos en mi obra no tienen solo que ver con la muerte. Son también como caparazones o escudos. A veces estos huesos están alrededor de la piel, o a veces están expuestos, como algo que nos protege.
“Estos huesos en mi obra no tienen solo que ver con la muerte. Son también caparazones y escudos. A veces estos huesos están alrededor de la piel, o a veces están expuestos, como algo que nos protege.”
JUAN CARLOS Dos cosas que quiero decir. La audiencia quiere contribuir algo. Eyda Merediz dice que en Cuba se dice “la inmortalidad del cangrejo moro” y Dorothy Bell Ferrer dice que los ha visto en Puerto Nuevo y en Vega Baja. Yo también tengo amigos que dicen que en algunos lugares están un poco de vuelta. Eso de que es un exoesqueleto es su paradoja.
MARTA Sí, yo me pongo a pensar en La inmortalidad del cangrejo y en la figura que yace en la obra de doña Myrna Los plátanos rojos, y veo una figura en el horizonte que es un cuerpo que tiene un esqueleto alrededor. El cangrejo tiene este esqueleto externo.
JUAN CARLOS Pero fíjate a mí me sigue gustando la resonancia de la frase, que más que una preocupación por la muerte, por la inmortalidad, es una figuración de la eternidad del instante. De alguna manera quien está embebido pensando en la inmortalidad del cangrejo está entregado a su ahora, está afuera del tiempo. Esa es la eternidad de estos animales y de su belleza. Ocupan el ahora fuera de esta concepción lineal de pasado, presente y futuro. El ahora pleno, es el ahora de la imagen, de la contemplación. Es estar distraído, es estar suspendido en tu propio pensamiento. Es una experiencia extraordinaria, muy reconfortante. No estás en el orden de la producción, no estás cumpliendo o debiendo nada. Estás gozando las imágenes. Esto no se parece mucho a los énfasis de violencia, de rotura y de misoginia en Puerto Rico, pero de alguna manera es esa recurrencia, de que el juey siempre reaparece. Más que una resistencia es esta especie de eternidad de algo que nunca deja la escena. Y que no se lleva bien con la luz. La luz los atrapa. La luz los ciega, literalmente. Los paraliza.
MARTA Y tienen una capacidad increíble de regenerarse. Pierden un miembro y se regeneran.
JUAN CARLOS Sí, hay hasta una frase que dice, hablando de su fuerza y su resistencia, que “el juey es casco hasta en los ojos.” Y una persona molestosa es “un casco e juey”. Es que imagínate, si estás comiendo un arroz con jueyes y de repente hay un casquito, es muy desagradable.
PATRICIA Pensando en esto que decía Juan Carlos sobre el momento y el ahora, yo veo otra conexión con la forma en la que Marta trabaja el espacio, como desde un pensamiento cosmológico. Sugieres una simultaneidad a través de esos entrecruces de caminos, como si fueran eventos ocurriendo al mismo tiempo y desenvolviéndose. Lo vemos en La inmortalidad del cangrejo con los paneles, pero también en la instalación donde reorganizas el espacio a través de un sistema geométrico, como de coordenadas. Quería volver sobre este tema porque de la audiencia Jossianna Arroyo nos dice que pudo ver la instalación en Puerto Rico, y que quisiera saber sobre el montaje y el proceso en relación con los diferentes espacios.
MARTA Esto es bien interesante porque cuando yo pensé la obra la pensé para hacerla en Puerto Rico. Iba a ser en el Museo de Arte Contemporáneo, pero no se dio. Después muere Marvette y hay un sin número de años que yo desaparezco de la escena del arte. Luego vuelvo a engancharme. Me gano la beca y la logro hacer en DC. Pienso entonces que debe ser en un espacio público, de manera que las personas pasen y tengan una relación con lo que está pasando y quizás puedan reflexionar hacia ello. Tenía que ser un espacio público. No fue fácil encontrarlo en Washington, DC. Vi este espacio que era muy abierto, donde entraba mucha luz y había oficinas del gobierno donde entraba mucha gente de distintas clases sociales. Eso me gustaba porque permitía lo que yo tenía en mente, que mucha gente diferente la viera. Estoy un año trabajando en esta instalación, pensándola, buscando permisos. Voy a una organización que trabaja con mujeres sobrevivientes de violencia de género, investigo y tomo clases para saber como acercarme al tema y a estas mujeres. Era también una instalación muy compleja, con un diseño en el piso porque yo quería que la gente mirara hacia abajo, donde yacían estas siluetas como cuerpos muertos, y que esto produjera una reflexión en los espectadores sobre su posición en este tópico y lo que están haciendo al respecto. Había también palabras de una poeta puertorriqueña, Vanessa Droz, en un poema que acompañaba esta obra.
MARTA Lo que pasa en DC es que algunas personas del público vieron las muñecas creadas por estas mujeres durante los talleres en los cuales trabajamos por varios meses, y esas personas pensaron que las muñecas las representaban a ellas, no a las mujeres sobrevivientes que las habían creado. Las muñecas estaban sostenidas por la columna vertebral porque es lo que pienso que les va a dar esta idea de sentirse fuertes y eso es algo que tienen en común. Las mujeres les hacían la cara y decidían sobre la ropa y pensaban sobre los colores. Las muñecas eran un reflejo de ellas y y las expresiones de lo que pensaban acerca de su propio cuerpo y sus heridas. Conversamos sobre el uso del panty hose como material para hacer estas muñecas. Es una tela que se rompe fácilmente como la piel, y de tiene la apariencia de una sutura o una herida durante el proceso de sanación. Lo que ocurre en Estados Unidos a diferencia de Puerto Rico es que ven la exhibición como si yo hubiera colgado estas muñecas. Y surge un problema grandísimo. La institución quiere desmontar la obra porque una mujer dice que esas mujeres estaban ahorcadas, linchadas. Y yo le digo que no, que están sostenidas, agarradas por las axilas. Les digo que estas muñecas las hicieron mayormente mujeres latinoamericanas inmigrantes. Y la pelea fue tan grande que estuve yendo por un mes todos los días al espacio de la exhibición esperando a que desmontaran la instalación. Hubo que enviar cartas para que pararan. Fue verdaderamente una censura. Es terrible que no le dieran importancia al trabajo y a las historias de estas mujeres.
MARTA En Puerto Rico fue completamente diferente con Marianne Ramírez Aponte, directora del Museo de Arte Contemporáneo, y la maravillosa Organización de Paz para la Mujer. Yo quería llegar no solo al área metropolitana, sino también pero al interior de la isla, a Arecibo, a la montaña. Trabajamos con jóvenes en Instituciones Juveniles del Departamento de Corrección, al igual que con un grupo de mujeres inmigrantes de República Dominicana y tantas otras maravillosas organizaciones. Y es increíble que al hacer las muñecas estas mujeres se sienten escuchadas, acompañadas. Por primera vez pueden verbalizar y compartir sus historias. Esa fue la diferencia. En Puerto Rico hubo un acompañamiento completo. La obra misma generó un espacio para hablar y reflexionar sobre estos temas. Pero en DC hubo una censura increíble. Yo pienso que es porque la gente aquí realmente no quiere hablar sobre lo que es la violencia de género en estas comunidades, o que no quieren ver la representación de un “cuerpo” desnudo, aunque así fuera como las mujeres lo representaran.
PATRICIA Yo pienso que quizá hay una expectativa sobre lo que una obra sobre ese tema debe ser, especialmente en el contexto de arte público. La gente espera algo más sanitado. Ver algo así tan confrontacional incomoda.
JUAN CARLOS Mirar las piezas de Marta nunca es reconfortante, mucha de su fuerza es esa. Estas obras incomodan y perturban. Sus animales siempre tienen las bocas abiertas, los sexos abiertos. Pero no es un sexo o una boca en un proceso de gozo o erotismo, sino vinculado a situaciones de violencia. Marta ha sido muy elegante, porque ella tiene un corazón enorme. Pero lo que Marta vivió fue una censura proveniente de una oficina que responde a la alcaldía o alcaldesa de Washington DC, donde una persona cuando vio esto lo que vio fue una instalación que jugaba con la idea del linchamiento. Y una vez que vio esto no vio nada más. Luego lidiar con esa oficina y su absoluta carencia de sofisticación de cultura artística y política fue bastante desesperante y generó mucha furia. Lo que querían era que ella lo desmontara, pero se asesoró y decidió que no, porque si ellos lo desmontaban era abiertamente censura y había pauta para generar algún tipo de pleito. Yo creo que vivimos en un momento en el cual el moralismo de todos los sectores se está comiendo cualquier proposición de apertura o de pensamiento. Es muy triste. Es una suerte de nuevo oscurantismo donde hay temas que no se pueden ni tocar ni pensar.
JUAN CARLOS Quería también decir que hace un ratico Dorothy Bell Ferrer hablaba de que jueyes es un apodo más o menos popular en el este de Puerto Rico, en Loíza, Carolina, Fajardo, pueblos costeros, pueblos de afropuertorriqueños, pueblos negros. El juey ha sido una recurrencia. Esa es la eternidad de estos animales. Su inmortalidad es que le ha provisto de alimento y sustento a comunidades marginadas o en los límites. En algunos yacimientos arqueológicos en Puerto Rico se han encontrado bateas llenas de cascos de juey, lo cual quiere decir que proveían proteínas, sustento. A los puertorriqueños les encanta comer jueyes. Yo he estado en otras islas y dicen que no, que para que comernos eso. Creo que esta relación de placer y sufrimiento, de imaginario, de dolor y desesperación es algo que imanta el cangrejo.
PATRICIA Por eso cuando veía este trabajo con las mujeres pensaba en la importancia de que Marta no las llamara víctimas sino sobrevivientes de la violencia de género. La palabra víctima no me gusta. Pensar y hablar desde la fuerza les devuelve la historia. Más allá de una narrativa sobre el bien y el mal implica considerar la historia personal, la del individuo que lo vive.
MARTA Claro, les da una voz poderosa porque no tienen un espacio para compartir sus historias.
PATRICIA Sí, claro, no es que no tengan voz, lo que se da es un espacio de la escucha.
JUAN CARLOS Y no debemos perder de vista la potencialidad de la imagen en todo esto, tanto para el que la rechaza como para el que la quiere explorar. Entramos en contacto con algo, tocamos algo, es una experiencia sensorial muy específica, y se les levantan a los sujetos distintas reacciones, inclusive las peores.
MARTA Claro, esto era algo que yo les decía a los que cuestionaban la pieza. La violencia de género no es bonita. Tienes que ver qué es y esto era una posibilidad de reflexionar sobre eso. Había muchas muñecas que estaban desnudas, y me parecía maravilloso verlas así porque el cuerpo es arma, es escudo, es decir esta soy yo y este es mi cuerpo, pero no es bonito. La historia es lo que es.
JUAN CARLOS Hay una concepción pedagógica de la imagen y hasta educativa. Como que si con ver algo vamos a ser mejores ciudadanos y mejores personas. Pero es en realidad una exposición ante el pensamiento y la experiencia del otro.
MARTA Además el dolor viene de diferentes historias. Y esto es una forma de compartir las diferentes historias de violencia. Es triste porque no permite crear diálogos entre diferentes culturas y experiencias.
PATRICIA Les quiero agradecer a ambos de todo corazón por aceptar esta invitación. Ha sido una plática grata, provocadora y sobre todo muy enriquecedora. Martica te tengo una última pregunta. ¿Hay algún proyecto que tengas en mente y que te gustaría realizar? ¿Algo quizás muy ambicioso, o una instalación a grande escala?
MARTA Primero quiero agradecerte a ti querida Patricia por haberme invitado a esta conversación y a ser parte de este maravilloso proyecto. A Kim por su compromiso a que las historias y los trabajos de mujeres sean conocidos, y a mi querido primo Juan Carlos por siempre estar presente. Siempre pienso que sería maravilloso poder llevar la instalación Si te cojo… cuerpo, mujer, rotura, a otras comunidades. Hay que retomar la conversación sobre la violencia de género y reflexionar sobre si estamos haciendo algo como comunidad con respecto a este tema. También estoy creando nuevos trabajos en papel. Torsos y cuerpos de mujer más escultóricos. Me gustaría trabajar en este proyecto con otras mujeres y desde sus historias. Esa reflexión sobre el cuerpo femenino y el tema de la violencia de género sigue siendo central en mi obra. Pienso que en nuestros cuerpos están escritas nuestras historias de sobrevivencia.
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Esta es una transcripción editada de una conversación entre Marta Perez García, Juan Carlos Quintero Herencia y Patricia Ortega Miranda, la cual tuvo lugar el 26 de Marzo del 2021 a través de Zoom.
Este proyecto ha sido patrocinado en parte por la Galería de Arte de la Universidad de Maryland.
Agradecimientos a Marta Pérez García, Juan Carlos Quintero Herencia, Patricia Ortega Miranda y Kim Schoenstadt por la entrevista, añadidos y edición.